
La reciente advertencia del Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) sobre posibles efectos adversos relacionados con la presencia de fluoruro de estaño (SnF2) en19 pastas dentales existentes hoy en el mercado ha generado miedo en la población, centrando la atención en un acto rutinario sobre el que existen pocos o nulos cuestionamientos.
Como profesionales responsables del cuidado de la salud oral tenemos la obligación de evitar el pánico y, por el contrario, contribuir en la entrega de recomendaciones, educando a la población al respecto. Lo primero es aclarar que no se trata de una alerta sanitaria ni de un retiro de productos del mercado, sino de una advertencia preventiva que surge como consecuencia de un posible caso de reacción adversa reportado hasta ahora en nuestro país, posterior a la alerta emitida en el mes de marzo por la agencia reguladora brasileña ANVISA debido al aumento del reporte de casos de aftas, ardor e inflamación, asociados al uso de dentífricos con este compuesto.
El fluoruro de estaño, desde una perspectiva clínica, es un principio activo que dispone del respaldo científico suficiente para su uso; es un agente terapéutico que combina las propiedades del flúor con las propiedades antibacterianas del estaño y se utiliza desde hace más de 50 años en las pastas dentales por su rol en el control de la placa bacteriana, en la prevención de caries y en la reducción de la sensibilidad dental.
Como cualquier compuesto químico, el SnF2 podría provocar algún tipo de reacción en personas propensas a cuadros alérgicos; si bien la frecuencia de los casos hasta ahora reportados es extremadamente baja, el llamado es a estar atentos a posibles reacciones, especialmente a la aparición en boca de signos y síntomas como aftas, úlceras, ardor, picazón, enrojecimiento, irritación o molestia, suspender inmediatamente el uso del producto y consultar con un profesional. Por el contrario, si tu pasta contiene fluoruro de estaño y no has presentado ninguna reacción, la recomendación es que sigas usándola con tranquilidad.
Advertencias de este tipo nos recuerdan la importancia que reviste adoptar medidas basadas la información y evidencia científica, evitando actuar bajo el miedo o pánico colectivo. Verificar que todos los productos cosméticos y terapéuticos que utilizamos estén debidamente registrados en el ISP es esencial para el cuidado de nuestra salud y en el caso de niños siempre preferir el uso de aquellos especialmente formulados para su edad, puede evitar efectos indeseados.