En el último tiempo los devastadores incendios forestales han dejado más de 25 víctimas fatales y miles de hectáreas consumidas, conformando un escenario que no se veía hace mucho tiempo y que obligó a las autoridades a decretar Estado de Excepción y Toque de Queda en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía.
A raíz de esta problemática, la semana pasada, el Presidente de la República reabrió la discusión de un nuevo pacto con la industria forestal tras esta crisis. Y más allá de cualquier polémica, el tema de fondo es la necesidad de hacer una mancomunión de esfuerzos, entre todos los sectores, que nos permita hacer frente a la crisis.
En este sentido, un primer paso sería formar una brigada aérea de incendios, que esté conformada por funcionarios de CONAF, personal especializado de la Fuerza Aérea y expertos del sector privado en la materia, buscando crear una gran alianza para combatir siniestros, ya que actualmente nuestro país cuenta con apenas 283 brigadas, compuestas por 12 integrantes en promedio.
Lo anterior debe ir acompañado de una educación integral para toda la ciudadanía, que ayude a concientizar sobre la relevancia de evitar incendios.
En este aspecto, las instituciones de educación superior tenemos la obligación de proveer a nuestros estudiantes y futuros profesionales a nivel transversal, las herramientas necesarias para prevenir estos desoladores escenarios, porque de lo contrario, con un calentamiento global que avanza a paso firme, en los próximos años seguramente veremos panoramas aún peores a los que nos estamos enfrentando hoy.
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