Del 20 de enero al 3 de febrero, la Facultad de Medicina de UDALBA realizó un taller formativo de 54 horas en su sede de La Serena, una instancia que incluyó técnicas de simulación virtual y de baja fidelidad. Este evento contó con la activa participación de estudiantes de sexto año de la carrera, quienes están a punto de iniciar su internado.

Doce estudiantes del sexto año de la carrera de Medicina en UDALBA La Serena se capacitaron en técnicas de simulación virtual y baja fidelidad.

El Dr. Kevin Falcon estuvo a cargo del módulo de simulación virtual, donde se exploraron diversos casos clínicos, mientras que la académica de la carrera de Enfermería Natalia Leal lideró el módulo de baja fidelidad, un segmento que se enfocó en aspectos relacionados con la hipertensión arterial, diabetes mellitus,  depresión, ansiedad, medidas de prevención primaria, diagnóstico, gestión del dolor crónico y  atención a los cuidadores, entre otros temas.

Paulina Aguilar, Coordinadora de Campo Clínico de la carrera de Medicina en UDALBA La Serena, destacó que “la simulación clínica tiene como propósito ofrecer a los estudiantes de ciencias de la salud, especialmente en el ámbito de la Medicina, la oportunidad de practicar habilidades y tomar decisiones en un entorno controlado que replica situaciones reales. Esta práctica no solo les brinda experiencias prácticas valiosas, sino que también contribuye al perfeccionamiento de sus habilidades técnicas y de comunicación, así como al desarrollo de confianza para afrontar situaciones clínicas reales”.

La profesional subrayó la importancia de la sala de Simulación Virtual, ubicada en el tercer piso de la sede,  con una capacidad para 30 alumnos, donde se trabaja en grupos de hasta 6 estudiantes. En el ámbito de la educación médica y la práctica clínica, la simulación virtual abarca programas de entrenamiento que permiten a los estudiantes interactuar con entornos y casos clínicos mediante simulaciones en computadora o realidad virtual.

“La baja fidelidad en simulación clínica se refiere al empleo de recursos y tecnologías menos avanzadas para la creación de escenarios clínicos. Esto puede abarcar la utilización de fantomas, material didáctico e insumos, entre otros”, concluyó.