Por. Cecilia Echeverría, Decana Facultad de Ciencias Agropecuarias.

Poco se ha hablado de lo que está ocurriendo con la segunda actividad deportiva más grande después del futbol, fuente de ingreso de más de cuarenta mil personas, entretención y tradición para muchas familias en Chile.
Desde el mes de marzo, la actividad hípica se encuentra paralizada, esto no solo ha significado que no hayan carreras, sino que ha detenido completamente la actividad hípica. Muchos de sus trabajadores han sido acogidos a la ley de protección del empleo y otros muchos no están recibiendo ingreso alguno dado que sus remuneraciones se conforman de participaciones, figuraciones, o porcentajes que se originan de las mismas carreras corridas por reunión.

Sin mencionar, que los costos por mantención de los caballos a aumentado notablemente dado por las especulaciones de precios en el pasto y avena, bases fundamentales en la alimentación de equinos en nuestro país.

Con esfuerzos extraordinarios, los distintos hipódromos, a nivel nacional, han salido en ayuda de su comunidad, sin embargo, esto no es posible que se siga manteniendo a través del tiempo por lo que urge retornar a la actividad lo antes posible.

Como opinión técnica al respecto y al analizar la situación mundial, si se puede retomar la actividad, por cierto, con el acuerdo de la autoridad, aplicando estrictos protocolos sanitarios que los hipódromos están en condiciones de cumplir a cabalidad.

Por ejemplo, carreras sin público, con límite de inscritos y horarios, uso de mascarillas obligatorias, lavado de manos, entrega de alcohol gel, distancia social, entre otras. Además de destacar que es una actividad que se desarrolla casi en su totalidad al aire libre, que con estas medidas adicionales resultaría en un riesgo menor de contagio, si lo comparamos con otras realidades vistas en el país los últimos días como largas filas en distintos estamentos públicos, colas en supermercados y aglomeraciones en ferias libres, situaciones que a nivel de hipódromos no se dan.

Ejemplos en la hípica mundial hay de sobra, Uruguay, Estados Unidos, Suecia, Irlanda, Dinamarca y Australia, países que han logrado equilibrar las medidas necesarias para disminuir sus positivos a coronavirus pero que han tenido la sapiencia necesaria para no abandonar a su suerte a esta actividad y la comunidad que la compone, jinetes, cuidadores, preparadores, herradores, veterinarios, caballos, que hoy esperan en la mayor de las incertidumbres un futuro para nada auspicioso ,por lo que se hace urgente y necesaria la decisión de las autoridades locales que aún no observan y actúan sobre esta dura realidad.