En Chile la población de haitianos alcanza las 140.000 personas aproximadamente, cifra no menor considerando el Plan de Retorno Humanitario implementado por el actual Gobierno, que intenta alcanzar a 2 mil personas en total, de los cuales 187 por voluntad propia partieron en el sexto vuelo hacia Haití. Este no es el caso de Frantz Azolin, mecánico de 28 años, quien lleva dos de ellos en el país y se matriculó recientemente en la carrera de Derecho en la Universidad Pedro de Valdivia (UPV) Sede Santiago.

 

Azolín llegó a Chile el año 2017 y vive actualmente junto a su esposa e hijo. Estudió la carrera de Teología en Haití, pero no la finalizó. “Cursé mi cuarto medio en Chile, donde me orientaron a continuar con mis estudios superiores, para tener la posibilidad de acceder en un futuro a un mejor trabajo y un mejor sueldo, que permita mejorar mi calidad de vida y la de mi familia”, indicó el estudiante.

 

Respecto a la compatibilidad entre trabajo y estudio, Frantz señaló que su empleador entendió su situación y lo apoya. “Afortunadamente mi jefe comprendió que quiero crecer profesionalmente y me dio la posibilidad de salir más temprano por ejemplo, para así poder asistir a clases a la hora. Me brindó la oportunidad de seguir trabajando y a la vez estudiar, ya que mis expectativas son terminar exitosamente mi carrera, porque Derecho me gusta mucho”, puntualizó.

 

Finalmente, y en relación a la situación que están viviendo muchos de sus compatriotas, que han abandonado Chile insatisfechos con las condiciones de laborales y de vivienda que presentan, Frantz señaló que afortunadamente su caso no fue así. “He tenido una buena experiencia durante mi residencia acá, ya que no se me han presentado mayores dificultades para obtener por ejemplo mi documentación, además llegué a vivir a Santiago y comencé a trabajar como mecánico en el mismo sitio donde estoy actualmente. Se me han abierto las puertas en este país. La Universidad me brindó todas las facilidades para ingresar, sin mayores trámites, y sin problemas burocráticos, haciendo expedido mi ingreso. Además me otorgaron beneficios, lo que significó que el costo respecto a otras instituciones sea significativamente menor, lo que hace posible que pueda conseguir el sueño de ser abogado”, indicó.