
Académicos, estudiantes y profesionales de distintas instituciones de educación superior de la región de Coquimbo, entre ellas la Universidad del Alba, colaboran con el Hogar de Cristo en proyectos que integran tecnología, salud y gestión. El propósito es común: mejorar la calidad de vida de las personas en situación de calle y contribuir a la construcción de una sociedad más inclusiva.
Un espacio pionero en la región
La Hospedería Carmen Goudie, inaugurada en 1989 y con capacidad para 45 personas, se ha consolidado como un lugar emblemático. Fue la primera de su tipo en la provincia del Elqui y continúa siendo la única en la región que acoge tanto a hombres como a mujeres en situación de calle. Hoy, además de su labor de acogida, se ha transformado en un punto de encuentro entre el mundo académico y el social.
El jefe del programa social, Omar Jeraldo Guerrero, destacó la relevancia de esta vinculación. “No miramos desde la carencia, sino desde las potencialidades. Hay una doble ganancia: las personas acogidas se sienten vistas y los futuros profesionales desarrollan una sensibilidad social que marcará su carrera”, reafirma.
Dos décadas de colaboración académica
La relación entre el Hogar de Cristo y la educación superior comenzó hace más de 20 años con el Instituto Profesional Santo Tomás, y con el tiempo se ha fortalecido y diversificado.
La Universidad del Alba se integró en 2014, cuando un grupo de estudiantes realizó un diagnóstico comunitario en el nuevo barrio de la hospedería. El objetivo fue anticipar posibles tensiones derivadas de prejuicios sociales. A partir de esa experiencia, surgió una campaña de recolección de libros que abrió las puertas de la hospedería a la comunidad, reforzando su carácter de espacio de desarrollo humano.
De la ingeniería a la salud
Actualmente, esta labor multidisciplinaria reúne a la Universidad del Alba, la Universidad Católica del Norte, la Universidad Central y Santo Tomás, dando vida a proyectos que cruzan distintas áreas del conocimiento.
La docente de Tecnología Médica de la Universidad del Alba, Paola Silva, resaltó cómo sus estudiantes han transformado su visión al convivir con las personas de la hospedería. “Le hemos sacado el techo a las aulas. Hoy promueven la discriminación positiva y comprenden que la salud también es dignidad”, señala.
Desde la Universidad Católica del Norte, el académico Eric Ross lideró este semestre un proyecto para desarrollar una aplicación móvil y web que permita georreferenciar a las personas en situación de calle, priorizar su atención según niveles de vulnerabilidad y conectar a distintas organizaciones sociales.
La académica de Administración Pública de la Universidad Central, Valeria Cerda, destacó que sus estudiantes lograron superar la mirada asistencialista. “Más que donar colchones, aprendieron a compartir y a comprometerse con quienes más lo necesitan. La experiencia fue mucho más intensa de lo que esperábamos”, explica.
Por su parte, Macarena Rojas Pérez, directora del área de Ciencias Sociales de Santo Tomás, valoró la alianza como una herramienta de transformación estructural. “Nuestros estudiantes han trabajado desde la práctica en mejoras concretas de la calidad de vida de las personas en situación de calle, como también a través de convenios con organizaciones como Trato Hecho Vecino”.
Un llamado a sumar más voluntades
El más reciente encuentro desarrollado en la Hospedería Carmen Goudie reunió a docentes, académicos y directivos de diversas universidades de la región, consolidando este espacio como un referente de trabajo conjunto entre la academia y la sociedad civil.
Para Omar Jeraldo, este proceso debe seguir creciendo y espera que otras instituciones de educación superior puedan sumarse a la red de colaboración lograda a la fecha. “Ha sido transformador para todos. Para los estudiantes, para los profesores y, sobre todo, para las personas que acuden a nuestra hospedería con sus metas, sus luchas y sus enormes capacidades”.
Fuente: Comunicaciones Hogar de Cristo