En el marco de la crisis multidimensional generada por la actual pandemia, que ya alcanza a América Latina arriesgando la consecución de sus objetivos de desarrollo sostenible, firmantes del Foro Académico Permanente de América Latina y el Caribe-Unión Europea (FAP ALC-UE), acompañando a varios Ex Presidentes y figuras connotadas de Latinoamérica, hacen un llamado, mediante un documento, a gobiernos, instituciones regionales, universidades, centros de estudios y a la sociedad civil, a fortalecer la integración regional y concertarse para preservar la cooperación internacional mediante un multilateralismo basado en reglas y objetivos de desarrollo sostenible.

Entre los firmantes se encuentra Ricardo Lagos, Ex Presidente de Chile; Vinicio Cerezo, Ex Presidente de Guatemala; Ernesto Zedillo, Ex Presidente de México; Enrique Iglesias, Ex Ministro de Relaciones Exteriores de la República Oriental del Uruguay; Sergio Bitar, Presidente Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia; y Rafael Rosell, Rector de la Universidad Pedro de Valdivia.

El documento indica que las proyecciones de nuestra región marchan hacia una contracción del producto, hoy estimada en 5.2%, y que será la peor en la historia de sus cuentas nacionales. Tal destrucción de riqueza y empleo, en dimensiones prácticamente desconocidas, aparejará un importante retraso en el proceso de desarrollo y en el común combate a la pobreza y la desigualdad.

El escrito sostiene que “el volumen del comercio internacional, del que la región depende en una gran proporción, se proyecta que habrá de caer entre un mínimo del 13% y un probable 32%. Ello afectará nuestras exportaciones, habrá menos empleo, impactará en las cuentas públicas y el financiamiento de los sistemas de seguridad social y traerá repercusiones sociales”.

Continuando con el análisis, establece que “los países enfrentan así, por igual, una colosal y doble tarea que es tanto de resistencia como de recuperación. Para ser exitosas, sus políticas requieren un contexto internacional apto. Este entorno debe contribuir a solventar sus necesidades nacionales de asistencia y a evitar que sus esfuerzos individuales se vean neutralizados, tanto por efecto de externalidades negativas como de imposiciones políticas restrictivas, que afecten su seguridad sanitaria y económica”.

En las propuestas, los participantes consideran que:

  1. La región debe tomar conciencia y promover que sin comercio internacional fluido no existirá un sólido crecimiento económico.
  2. Sin instituciones fuertes a nivel global y regional no existirá la predictibilidad necesaria para que prosperen el comercio y las inversiones.
  3. La actual situación de crisis global, debe dar lugar a un liderazgo latinoamericano renovado, con personas e ideas que nutran con un nuevo impulso las instituciones multilaterales y regionales.
  4. Se precisa de un grupo de mujeres y hombres que puedan apoyar una defensa y reforma de la OMC, de la UNCTAD y del CCI, pero también con igual espíritu velar, defender y revitalizar las instituciones regionales que hacen estrechamente a la integración regional, como son la CEPAL, la ALADI y el BID, ellas también sujetas a recambio de sus liderazgos, en mayor o menor plazo.
  5. Poco o nada se logrará desde la acción individual y sin un mínimo de concertación de ideas y propósitos, en respuesta al formidable reto que nuestra región enfrenta hoy para salir de la crisis, y para construir un futuro social, económica y medioambientalmente sustentable.