El principal desafío para los sistemas de educación superior en América Latina es dejar de pensar en términos tradicionales e innovar para mejorar la calidad académica y el acceso de los estudiantes: ¿Cómo podremos conseguir mayor cobertura, cómo podremos conseguir mayor graduación, haciendo exactamente lo mismo que las universidades de otros países hacían 25 o 50 años? En este sentido, uno de los principales desafíos que detecto es el de la innovación. No solamente la innovación tecnológica, sino que también que las universidades se reinventen para poder dar el salto en equidad y en calidad.

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