En el marco de una serie de conferencias que está realizando la Universidad Pedro de Valdivia, el Vicerrector de la sede sur, Ricardo Bocaz Sepúlveda, presentó una serie de estudios realizados tanto en Chile como en el mundo, sobre los efectos sicológicos y emocionales que ha provocado el confinamiento.

El impacto emocional de la pandemia, ha dejado muchos afectados durante estos cuatro meses, y aun es difícil evaluar las consecuencias reales que el confinamiento provocará en miles de chilenos.

La salud mental y el bienestar son fundamentales para nuestra capacidad colectiva e individual de pensar, manifestar sentimientos e interactuar con los demás, por lo que la protección y el restablecimiento de la estabilidad emocional son preocupaciones vitales de las comunidades y la sociedades de todo el mundo, señala Ricardo Bocaz, vicerrector de la Universidad Pedro de Valdivia con sede en Chillán y magister en Psicología de las Organizaciones.

Según el estudio de la Asociación Española de Pisocología Clínica y Psicopatología sobre los efectos negativos y positivos en la población española del confinamiento, concluyeron que los miedos más comunes fueron el contagio a la enfermedad, la muerte y el aislamiento social asociados, además de problemas de trabajo e ingresos. Se pesquisaron trastornos de sueño y síntomas emocionales tales como preocupación, estrés, desesperanza, depresión, ansiedad, nerviosismo e inquietud. La intolerancia a la incertidumbre y la exposición a los medios masivos de comunicación fueron poderosos predictores del impacto de la salud mental de la población, señala Bocaz.

Además comenta, que en el caso de Chile, las cifras publicadas por la Subsecretaría de Previsión Social concluyen que de un total de 1.419.155 licencias médicas electrónicas emitidas entre enero y abril, 417.301 corresponden a trastornos mentales. Si estos números se comparan con los mismos meses del 2019, agrega Bocaz, las licencias médicas por este trastorno aumentaron en un 15%. Señala también, que los estudios demuestran que la cuarentena es el factor más predictivo de los síntomas por estrés agudo. Las personas en cuarentena son significativamente más propensas a informar de agotamiento, desapego, ansiedad, irritabilidad, insomnio, poca concentración e indecisión y deterioro del desempeño laboral. Y finaliza con algunos consejos para enfrentar el confinamiento como hacer ejercicio físico, controlar los miedos, actuar con responsabilidad para evitar el contagio, seleccionar, limitar la información, potenciar el humor y mantener el contacto con las personas a quien quieres, entre otros.

 

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